REHABILITACIÓN PUENTES TERMICOS

La mayoría de los puentes térmicos en las fachadas y cubiertas de los edificios son producto de defectos del proyecto y de la ejecución de las obra y una vez que se han generado son difíciles de reparar y provocan una serie de patologías que provocan serios daños pudiendo incluso afectar a elementos estructurales del edificio. Los principales problemas asociados a la presencia de puentes térmicos en la envolvente del edificio son los derivados de las pérdidas de calor, condensaciones superficiales, la aparición de moho y deterioro de las estructuras. A todos ellos hay que añadir una serie de problemas que indirectamente pueden aparecer en aquellas edificaciones en las que el tratamiento de los puentes térmicos ha sido inadecuado, como son: los problemas de salud de los usuarios y el elevado coste derivado del mantenimiento y de la pérdida de energía.

De los problemas asociados a la presencia de puentes térmicos en la envolvente del edificio trataremos aquí dos fundamentalmente: las pérdidas energéticas que se producen a través de los puentes térmicos y el riesgo de formación de condensaciones y como el aislamiento térmico puede ayudar a evitar la aparición de dichos problemas.

En todo edificio su envolvente se configura no como una superficie lisa y continua sino más bien como una estructura compleja en la que se alternan muchos encuentros, juntas y materiales de diverso coeficiente de transmitancia térmica. En estos puntos, los puentes térmicos, es donde mayores pérdidas de calor se producen siendo indispensable una rehabilitación con aislamiento térmico para poder minimizar estás perdidas energéticas y con ello disminuir la demanda energética del edificio. De entre las diferentes soluciones constructivas para el aislamiento térmico se ha demostrado que cualquiera de ellas puede ser eficaz pudiendo utilizarse tanto aislamiento térmico por el interior como por el exterior o aislamiento por inyección en cámaras. Lo que sí es importante es el espesor de la capa de aislamiento térmico que dependerá en gran medida de la anchura y material de la discontinuidad.

Por el contrario y, en lo referente al riesgo de condensaciones, el factor más importante es la posición del aislamiento térmico puesto que si se coloca por el exterior del cerramiento y hay una discontinuidad en la capa del aislamiento térmico el efecto sobre la temperatura superficial interior es mínimo ya que el cerramiento en su conjunto al estar protegido por el aislante, está caliente, con lo que se diluye el efecto del puente térmico de la discontinuidad. Sin embargo, si se coloca el aislamiento por el interior del cerramiento, a estar este frio en su conjunto, cuando se produzca una discontinuidad en el aislamiento térmico, la temperatura superficial interior del cerramiento disminuirá considerablemente en el puente térmico generado por dicha discontinuidad, produciéndose un “puente frío” que puede originar condensación o desarrollo de moho.

En resumen, el aislamiento térmico es la solución constructiva adecuada para los múltiples puentes térmicos que pueden presentarse en un edificio siempre y cuando el espesor de la capa de aislamiento sea adecuada y se haya verificado la limitación de las condensaciones superficiales en los puentes térmicos a través de la comprobación del factor de temperatura superficial en función de la zona climática y la clase higrométrica del espacio.

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