ELEMENTOS SINGULARES EN FACHADAS

La fachada de una comunidad de propietarios constituye el elemento del edificio que sirve de cierre y protección del resto de la estructura del edificio. La conservación en perfecto estado de la fachada de la comunidad supone no solo atender a lo que podríamos llamar muro sino también a todos aquellos elementos que forman parte de la fachada de la comunidad y que no son propiamente el muro. Nos referimos a los llamados elementos singulares de la fachada que engloban todos aquellos elementos que forman parte de la misma y que tienen una función ornamental o de protección.

Podremos distinguir por tanto, los elementos singulares de la fachada de la comunidad que tienen una función ornamental como son los frisos, molduras (elemento que forma entrantes o salientes, de perfil uniforme y con función decorativa de la fachada) o cornisas (elemento saliente compuesto de varias molduras o de elementos superpuestos volados unos sobre otros, que coronan la fachada); y aquellos otros elementos singulares de la fachada que tienen una función de protección como son las marquesinas (cubierta ligera, habitualmente de hierro y cristal, que se coloca para proteger del mal tiempo las puertas  de acceso al edificio), contrafuertes (elemento adosado a la cara exterior de un muro que sirve para fortalecerlo) y las ménsulas (elemento que sobresale de un muro utilizado para sostener algún elemento constructivo).

Dentro de los elementos singulares de las fachadas se encuentran también otro tipo de elementos salientes como son los balcones, terrazas  y tribunas y todos aquellos elementos presentes en los diversos huecos que pueden presentarse en la fachada de la comunidad como son: dinteles, vierteaguas, jambas, juntas ente el muro y la carpintería del hueco o las cajas en las que se alojan las persianas.

El mantenimiento en buen estado de todos los elementos singulares que pueden presentarse en una fachada puede evitar el envejecimiento prematuro de la misma al tiempo que minimiza el riesgo de desprendimiento de determinados elementos singulares de la fachada (cornisas, marquesinas….) y evita que se pueden generar lesiones en otras partes de la fachada (un vierteaguas en mal estado puede generar lesiones en la fachada por humedad). La inspección periódica de los elementos singulares de la fachada, en especial la fijación del elemento singular al muro o paramento, el estado de degradación del material  y el sistema de evacuación de aguas (en el caso de las jardineras) evitará la necesidad de realizar costosas rehabilitaciones que afectarán casi con toda seguridad no solo a los elementos singulares sino también a otras partes de la fachada.

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