LAS ESPUMAS FLEXIBLES

Múltiples son las actuaciones que las comunidades de propietarios pueden realizar en sus edificios para mejorar la eficiencia energética de los mismos, de entre ellas el aislamiento térmico de cubiertas y fachadas es el más conocido y empleado, quizás porque  la normativa actual en materia de edificación y rehabilitación de edificios existentes es mucho más exigente en lo que se refiere a la eficiencia energética. Indudablemente el aislamiento térmico de la envolvente de los edificios mejora considerablemente la eficiencia energética de los mismos lo que repercute en la calificación energética que se otorgue al edificio.

Sin embargo el aislamiento térmico de fachadas y cubiertas no es la única medida que puede ayudar a mejorar la eficiencia energética, también el aislamiento de los equipos y redes de tuberías de las instalaciones de calefacción, climatización y producción de agua caliente sanitaria contribuyen a mejorar la eficiencia energética puesto que la incorporación de aislamiento térmico en las instalaciones de conducción de agua fría o caliente (tuberías, conductos, depósitos….) y en los conductos de aire acondicionado permite reducir considerablemente  las pérdidas energéticas en el transporte o almacenamiento de agua caliente y se evitan posibles condensaciones en las de agua fría, en definitiva un menor consumo de energía para mantener el nivel de confort higrotérmico en los hogares.

Diversos son los materiales aislantes utilizados para el aislamiento de instalaciones y equipos: lana mineral, poliestireno expandido y extruido, espuma  de poliuretano, espuma de polietileno o espuma elastomérica; de entre ellos la espuma elastomérica es  el empleado en los llamados aislamientos térmicos flexibles. Las espumas flexibles están fabricadas a base de caucho natural o sintético y polímeros y se caracterizan por ser materiales elásticos con una estructura maciza o celular que poseen una barrera al vapor presentar un alto rendimiento con temperaturas medias y bajas y un excelente comportamiento ignifugo.

El empleo de espumas flexibles en el aislamiento de instalaciones y equipos en los edificios  no solo favorece el ahorro energético puesto que evita perdidas de energía sino que también mejora el rendimiento de las instalaciones con los que se alarga la vida útil de las mismas, y permite la reducción de los ruidos debidos a la transmisión. Otros beneficios del empleo de espumas flexibles para el aislamiento de instalaciones y equipos son su fácil instalación y mantenimiento, evita la condensación superficial y retrasa la congelación del agua en los conductos.

Aunque como se mencionó anteriormente normalmente la espuma elastomérica es la que se conoce como espuma flexible, también la espuma de polietileno, por su comportamiento y características se podría incluir dentro de la familia de las espumas flexibles.  Las espumas de polietileno es una espuma polimérica orgánica de estructura celular cerrada que dependiendo del proceso de fabricación genera dos tipos de espumas de polietileno: las espumas de polietileno reticulado y las espumas de polietileno no reticulado. Las principales características de la espuma de polietileno son su baja conductividad térmica, flexibilidad, alta resistencia a la humedad y sus propiedades como barrera al vapor.

En Babiloni-stp contamos con una amplia experiencia tanto en la rehabilitación como en la edificación. En nuestro departamento técnico de arquitectura elaboraremos un proyecto personalizado que será ejecutado  bajo la supervisión constante de los profesionales de nuestro departamento de construcción.